Tengo una herramienta increíble para compartir contigo hoy, que realmente puede ayudarte a mejorar tus habilidades de comunicación.
Cuando quieras dar una información complicada a alguien, decir algo que va a ser difícil que el otro reciba, cuando no sepas cómo enfocar un diálogo, siempre que te enfrentes a dar un mensaje en una situación complicada, te propongo esta técnica que básicamente consta de tres pasos:
1.-Comienza por decir algo positivo de la otra persona de manera que ganes su atención y generes una buena receptividad. Enfocarse en lo que hace bien baja sus posibles barreras y te garantiza que el mensaje sea bien recibido por su parte. Por ejemplo decir, «Sé qué cuando actúas de esta manera lo haces con buena intención». «Entiendo que has hecho lo mejor que has podido».
2.- Cuando tienes su atención y su receptividad, tras tu mensaje más positivo, puedes añadir la parte de la conversación que va a ser más difícil, es aquí cuando puedes decirle lo que crees que puede mejorar, la sugerencia que quieres dar, la petición que quieres hacer… Por ejemplo, «Sin embargo, creo que el resultado que has tenido no ha sido todo lo bueno que podría ser». «Pero me gustaría pedirte que en el futuro actúes de una manera que no afecte en negativo a los demás»
3.- Para terminar, es importante que vuelvas a centrarte en aspectos positivos y que formen parte de las fortalezas de la persona. No dar un nuevo aporte de aliento puede dejar a la persona en un estado de rechazo o rebeldía sobre el requerimiento, llamada de atención o petición que hemos hecho. Por ejemplo, «Aún con esto, quiero decirte que valoro el interés que tienes en que todo funcione de la mejor manera» «Al mismo tiempo, sé que haces un trabajo duro y que tienes una gran implicación en la empresa y te agradezco mucho el esfuerzo, no quiero con esto que te afecte sino que sea algo constructivo»
Esta técnica se llama Feedback sándwich y se utiliza para asegurarse de que las críticas no sean malinterpretadas y que el receptor de la crítica la reciba de manera más positiva, y pueda actuar en consecuencia sobre ella.
Reconocer el buen comportamiento de los miembros de tu equipo, tu familia o tus amigos puede contribuir en gran medida a crear un entorno de trabajo o personal positivo y más enriquecedor. No solo mejora su autoestima, sino que también los motiva a seguir desempeñándose bien. Al comenzar valorando a tu interlocutor, estás creando una atmósfera receptiva en la que se siente apreciado y valioso. Volver de nuevo a la apreciación en positivo al finalizar la conversación, puede conducir a una mejor comunicación y una mejor colaboración entre las personas. Además, también puede ayudar a resolver conflictos y promover una cultura de confianza y respeto.
Pruébalo y observa el impacto positivo que tiene en la dinámica de tu equipo o en tus relaciones. ¡No olvides compartir tu experiencia conmigo!
